El Toledo fue más certero, más inteligente y supo aprovechar dos errores rojiblancos para adelantarse con 0-2 en la primera media hora. El primer tiempo fue verdiblanco, con el equipo de Visnjic con las ideas muy claras y dando muestras de su calidad y veteranía.

La segunda mitad fue diametralmente opuesta. Los cambios de Villa por Nacho y Ndoye por Iván Pérez dieron su fruto y cambiaron la faz del partido para los nuestros. Presión constante, rapidez en los ataques o contragolpes y ocasiones de gol que fueron arrinconando al Toledo, equipo que pasó de ser dominador a dominado. Villa se encontró al portero en una jugada elaborada en el minuto 62 en un balón que terminó en el travesaño, con la mala fortuna que el segundo remate, obra de Borja Galán, también tuvo el mismo destino, la madera.

  

Pero cuando sí encontró puerta Villa fue en el 70, tras un centro de Samuel. El partido era otro distinto. Pero hubo una jugada determinante para no cambiar el sino del choque, la expulsión de Samuel por un rifirrafe con Barranco. El árbitro expulsó al rojiblanco y mostró la segunda amarilla al toledano. Total, los dos equipos con 10 jugadores. El equipo lo siguió intentando pero los remates de Borja Galán y Aquino se perdieron rozando el travesaño. En estas llegó la segunda expulsión rojiblanca, la de Ndoye. El resto lo hizo el Toledo, dejando que corrieran los minutos y no hubiera tiempo de una ocasión clara para el Atlético B.

El próximo domingo, una nueva final contra el Huesca en la Ciudad Deportiva. Después de los resultados de esta jornada, el Atlético B sigue en puesto de promoción de descenso, por lo que tiene que sumar de tres en tres a partir de ahora para intentar remontar el vuelo.