El Vicente Calderón, ataviado con sus mejores galas, respiraba pasión rojiblanca por los poros antes del pitido inicial del encuentro. La celebración del día de las peñas dejó un escenario idílico para que el Atlético de Madrid se sumase a la fiesta. Espoleados por una afición, como siempre, entregada a la causa, el Atlético de Madrid salió fiel a su estilo de juego, presión asfixiante en la salida del balón y ataques rápidos y verticales en busca de la meta defendida por Gorka Iraizoz. En uno de esos, Villa, a los 8 minutos, tendría la primera oportunidad clara después de un gran centro al área de Diego Costa.

Por su parte, el Athletic de Bilbao dibujó unos primeros minutos muy tácticos. Ordenados atrás, el equipo dirigido por Ernesto Valverde quería hacerse con el dominio del esférico pero el rigor defensivo del Atlético impedía la labor vasca. Sin peligros para Courtois, Diego Costa empezó a tomar el mando de la ofensiva colchonera. El hispano-brasileño, con un tiro cruzado, acarició el gol tras recoger un balón en profundidad de Koke. A partir de entonces, los guerreros de Simeone se multiplicaron en ataque. Las subidas de Juanfran empezaron a ser incisivas y en una jugada de dibujos animados con Adrián, sirvió un balón a Villa que el Guaje aprovechó con un disparo fuerte que despejó Iraizoz con sus puños.

Incapaces de acercarse a la meta rojiblanca, los jugadores del Athletic de Bilbao quisieron dirigir su ofensiva con balones largos sofocados siempre por unos imponentes Godín y Miranda. La presión del terreno de juego se volcó en el área de Iraizoz, al que se le empezaba a acumular el trabajo. Pasada la primera media hora de partido, Villa abría el marcador consiguiendo su sexto tanto en Liga. Juanfran llegó hasta línea de fondo para poner un excelente centro a Diego Costa. El de Lagarto no pudo rematar pero en el rechace, el ‘9’ colchonero empalmó una volea exquisita con la que fusiló la meta vasca.

El Atlético de Madrid continuó acosando la portería bilbaína con el 1-0 en el marcador. Tiago, Gabi y Koke rallaban la perfección en la sala de máquinas rojiblanca con desplazamientos precisos a la espalda de la zaga rival. Justo antes de finalizar la primera parte, Diego Costa volvió a demostrar que su voracidad no conoce límites. En una de sus constantes carreras, el Pichichi de la competición jugó a su antojo con los centrales vascos que vieron inoperantes su maravillosa maniobra dentro del área para quedarse solo contra Iraizoz al que batió sutilmente por bajo. La grada, sumida en una espiral de griterío y frenesí, ahogó el sonido del colegiado marcando el final de la primera parte.

Tras el descanso, en donde se premió la fidelidad de algunas peñas atléticas con placas conmemorativas de sus 25 y 50 cumpleaños, el Atlético de Madrid volvió a retomar el mismo guión con el acabó la primera mitad. Juanfran y Filipe continuaron siendo puñales pegados a la línea de cal con peligrosos y continuos centros en busca de los arietes rojiblancos. Villa tuvo de cabeza, tras centro de Adrián, el tercer gol del partido pero volvieron a aparecer las manos de Iraizoz para evitar el tanto.

El Athletic de Bilbao se mostraba abrumado por el dominio rojiblanco en todas las facetas del juego. Movidos por una fe incondicional en su trabajo, el equipo rojiblanco continuó a lo suyo, atacando sin cesar y destruyendo cualquier ápice de remontada por parte del conjunto de Ernesto Valverde. Iker Muniain tuvo la primera y única ocasión de acortar distancias para su equipo con un disparo que se marchó cercano al poste de la meta defendida por Thibaut Courtois.

Con el partido sentenciado, la fiesta futbolística sobre el terreno de jeugo se trasladó de nuevo a la grada. El respetable del Vicente Calderón terminó la tarde igual que la empezó, vitoreando uno por uno a todos los integrantes de la plantilla colchonera, que se convirtió en dueña y señor del partido en los últimos veinte minutos, teniendo Raúl García la oportunidad de ampliar a 3-0 la diferencia en el marcador con una acción colectiva brillante. De esta manera, el Atlético de Madrid cerró una semana perfecta con tres victorias en tres encuentros disputados. El templo rojiblanco volverá a disfrutar de la Champions League en el partido ante el Austria de Viena, el próximo miércoles a partir de las 20:45.