Era un día importante para el filial rojiblanco. Los resultados que había deparado la jornada eran muy favorables para los intereses del equipo madrileño y una victoria no haría más que ratificarlo. Conscientes de lo que se jugaban, los colchoneros se pusieron rápidamente manos a la obra en busca de la victoria en un terreno de juego complicado a causa de la lluvia que caía sobre el césped del Román Suárez Puerta.

Tras varios minutos de dominio rojiblanco, llegaría el primero de la tarde tras un gran pase que dibujaba Óliver a la carrera de Saúl que sin dudar lo más mínimo introducía el balón dentro de la red. El gol no cambiaría la cara de los de Alfredo que seguían marcando el ritmo del partido con un buen trato de balón y hacían méritos para ampliar la renta. 

El Avilés, situado en mitad de la tabla decidió cambiar el plan inicial y a media hora del final dio entrada a Miguel, que se puso en la punta del ataque asturiano con la clara misión de bajar los balones largos que le mandaban sus compañeros. En una de esas, el recién incorporado conseguía batir Ángel y firmar las tablas a veinte minutos del final.

Con el empate, Alfredo dio entrada a Iván y Borja que dieron refresco a un equipo volcado en buscar la victoria y por ende conseguir tres puntos valiosísimos. El partido agonizaba con el empate en el electrónico pero Iván se encargaría de desnivelar la contienda. Un golpeo de falta a escasos segundos del final permitía al Atlético B traerse los 3 puntos a Madrid y dejar los puestos de descenso a 5 puntos.