El próximo 24 de mayo volveremos a jugar una final de Champions cuarenta años después de la que disputamos ante el Bayern de Munich en el estadio Heysel de Bruselas y que terminó en tablas merced a un gol de los alemanes en los últimos instantes. Entonces no existía la tanda de penaltis para decidir el campeón y hubo un segundo partido dos días después en el mismo escenario. En el desempate, los Breitner, Schwarzenbeck, Beckenbauer, Hoeness o Müller superaron a los nuestros (4-0).

Una oportunidad para darle un vuelco a la historia. Simeone y sus pupilos han hecho soñar a toda la parroquia rojiblanca tras meterse en la segunda final de Champions de la historia de la entidad, en la que tendremos enfrente al Real Madrid, quien se deshizo del Bayern Munich con un resultado global de 5-0 (1-0 en el Bernabéu y 0-4 en el Allianz Arena de Munich).

Con Juan Carlos Lorenzo en el banquillo y uno de los mejores equipos de nuestra historia, los rojiblancos se presentaron en Heysel después de no haber perdido un solo encuentro en toda la competición, dejando fuera a Galatasaray (0-0 en el Calderón y 0-1 en Estambul), Dinamo de Bucarest (0-2 en Rumanía y 2-2 en Madrid), Estrella Roja (0-2 en Belgrado y 0-0 en el Calderón) y Celtic de Glasgow (0-0 en Escocia y 2-0 en Madrid).