El partido comenzó con mucha igualdad entre ambos equipos, centrando sus esfuerzos en presionar la salida del balón desde arriba. La primera del partido la tuvo Diego Costa que, tras dejada de Adrián, no pudo rematar entre los tres palos. La magia rojiblanca aparecería a renglón seguido. Filipe Luis, con sutileza, dejó de tacón para Diego Costa, que tumbó a dos para ceder un buen balón a Tiago que el portugués no pudo rematar. La réplica del Elche vino de saque de esquina, con un disparo de Sapunaru que detuvo con reflejos Courtois. David Villa sería el último en intentarlo, pero el gol no llegaría y el empate a cero sería el resultado con el que terminarían los primeros 45 minutos.

El Atlético metió la sexta marcha tras el paso por vestuarios. Raúl García, que sustituyó a Adrián, provocó un penalti que Manu Herrera detendría a David Villa. Lejos de desanimarse, los de Simeone se adueñaron por completo del partido en busca de un gol que parecía no querer llegar. Diego Costa, incansable durante todo el encuentro, tuvo en sus botas el primero, sin embargo la fortuna le fue esquiva cuando cargaba su pierna izquierda para disparar a la meta del Elche. También se animó Diego Ribas desde fuera del área aunque su chut no tuvo consecuencias en el marcador.

El premio del gol llegó de la mano de la estrategia. Centro preciso de Sosa a la cabeza de Miranda que, imperial en el salto, ponía el merecido 1-0 en el luminoso. El Elche intentaba buscar la portería de Courtois pero la zaga rojiblanca rozaba la perfección en cada una de las acciones. Diego Costa, que avisó con una contra fulgurante, sentenció el partido poco después desde el punto de penalti. La fiesta inundó las abarrotadas gradas de un Vicente Calderón entregado al esfuerzo y el coraje de nuestros jugadores. Una semana más, los de Simeone continuarán en lo más alto de la Liga.