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Atlético de Madrid Escudo Atlético de Madrid

GRAN PARTIDO DEL EQUIPO EN EL ESTRENO LIGUERO EN EL VICENTE CALDERÓN

Tormenta perfecta

En el primer partido en casa de la presente Liga, los de Simeone regalaron un partidazo a su afición y superaron con claridad al Rayo con tres goles en la primera mitad (Raúl García, Diego Costa y Arda) y otros dos en la segunda (Tiago y de nuevo Raúl García).

D. Barriga / FOTO: Á.Gutiérrez

Atlético de Madrid 5 – 0 Rayo Vallecano

Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Gabi (Koke, 58´), Tiago, Raúl García, Arda (Leo Baptistao, 68´); Diego Costa (Adrián, 64´) y David Villa

Rayo Vallecano: Cobeño; Tito, Gálvez (Arbilla, 33´), Galeano, Nacho; Saúl, Trashorras, Lass, Bueno (Raúl Baena, 48´), Perea (Cueva, 62´) y Larrivey

Goles:

Min. 16. 1-0: Raúl García se adelanta a la defensa para cabecear un córner sacado por Gabi desde la derecha.

Min. 20. 2-0: Diego Costa marca con la izquierda tras una asistencia de Arda.

Min. 34. 3-0: Arda se planta ante Cobeño, consigue marcharse de él y marca a placer.

Min.53. 4-0: Tiago remata un centro lateral enviado con clase por Arda.

Min.89. 5-0: Raúl García lograba su segundo tanto del partido aprovechando una asistencia de Koke.

Árbitro: Iglesias Villanueva (colegio gallego) amonestó a Nacho (71´) en el conjunto visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 2 del campeonato nacional liguero disputado en el estadio Vicente Calderón. Antes del inicio del mismo se guardó un respetuoso minuto de silencio por el ex jugador Alberto Callejo y por todos los atléticos fallecidos la temporada anterior.

Repetir los guarismos de la temporada pasada como local en Liga. Es el convencimiento de una plantilla que sabe que por el Calderón, con el incesante apoyo de los suyos, pasan los éxitos. Por ello, en una calurosa tarde en la ribera del Manzanares, los colchoneros quisieron premiar la fidelidad de los suyos con una tormenta perfecta. Un aluvión de goles y juego para conseguir los primeros tres puntos del curso en el Calderón.

Los primeros avisos tardaron poco en llegar. Sería en una arrancada increíble de Diego Costa por la derecha la que pondría en sobre aviso a Cobeño. Tras marcharse de Nacho, el de Lagarto servía el balón a la cabeza de Arda Turan y solo la intervención de Tito tirándose con todo impidió el primer gol. Con su poderío en carrera habitual, el brasileño se empeñaba en romper la calma que precede a la tormenta. Y es que en la siguiente jugada se escucharía el primer trueno en el Calderón. En uno de los fuertes del equipo como es el balón parado, Gabi colocaba el esférico en el área para que apareciera Raúl García y colocara de cabeza el balón en las redes defendidas por el Rayo.

La tempestad se desataba. Sin bajar un ápice su intensidad defensiva, el equipo ampliaría la renta tan solo cuatro minutos después del gol de Raúl García. Tiago adelantaba la presión para robar el balón en la frontal del área rayista. Tras la anticipación del portugués, Arda recogió el cuero y decidió detener el tiempo. Esperó a que el resto se moviera y vio como en el segundo palo aparecía completamente solo Diego Costa. Le sirvió el esférico y el internacional brasileño empujó con la izquierda para ampliar la renta en el minuto 20.

Con la desventaja que lucía en el electrónico, el Rayo se vio obligado a dar varios pasos adelante para intentar puntuar en su visita al Manzanares y sería Larrivey quien lo intentara con un cabezazo en el minuto 23 en el único acercamiento de su equipo en la primera parte. Los de Jémez intentaban dar un paso adelante y empezaban a dejar espacios a la espalda de su defensa en los que Villa y Costa se movían de maravilla.

La calidad de los hombres de Simeone salía a reducir a campo abierto y sus combinaciones les llevaban con facilidad hasta Cobeño. En una de esas, Arda ganó la espalda a la defensa y se plantó ante el portero rival. Con la misma sangre fría con la que había asistido a Costa en el segundo, regateó al meta contrario y marcó el tercero a placer. El Calderón estallaba en cánticos hacia el turco, que celebraba con la grada el espectacular tanto logrado. Era el tercero de la tarde, pero no el último.

Ya en la segunda parte, y demostrando un hambre voraz como si el partido aún estuviera igualado, los de Simeone seguían visitando con asiduidad el área de Cobeño. Nuevamente en una jugada que empezaba desde un saque de esquina, y tras varios rechaces, Arda, dueño y señor del partido, ponía el balón dentro del área para que la cabeza de Tiago hiciera el cuarto.

Los jugadores que entraron al campo también quisieron poner su huella. Koke, Adrián y Leo querían unirse a la fiesta rojiblanca e hicieron lo posible porque así fuera. El `7´ quiso aliarse con su paisano David Villa en la conexión asturiana del Atlético para que éste inaugurase su casillero en Liga pero el larguero lo evitó. Con el partido agonizando, una gran jugada de Koke dentro del área terminaba con el balón en los pies de Raúl García para hacer el segundo en su cuenta y el quinto del equipo.

Era el último rayo de una tormenta perfecta. Una demostración de intensidad, hambre, calidad y eficacia antes de la vuelta de la Supercopa de España en el Camp Nou. Antes de salir a luchar y buscar en Barcelona el sexto título en tres años.