Diego Pablo Simeone mostró su confianza en Saúl Ñíguez y le dio el mando del equipo en la medular junto a Mario Suárez, una alegría incompleta para el ilicitano ya que el equipo no pudo conseguir el objetivo de darle la vuela a la eliminatoria. “He tenido la suerte de contar con minutos pero el equipo no ha conseguido el paso a la siguiente fase. Hemos venido aquí, lo hemos intentado y ahora pensar en el próximo partido”, aseguró tras su titularidad.

  

Con apenas 18 años, Saúl conoce la exigencia de un equipo grande como el Atlético y la asume con naturalidad, como demostró con su gran actuación en el estadio Luzhniki. “El Atlético de Madrid tiene que dar la cara en todos los partidos. Les hemos tenido en su campo pero no hemos tenido la suerte de poder hacer el segundo”, lamentó el canterano.

Tras mucho remar, Falcao acortó distancias en el minuto 83, con muy poco tiempo para empatar el global de la eliminatoria. “Si lo hubiésemos metido antes hubiésemos tenido más opciones pero aún así hemos tenido ocasiones para hacer el segundo. No ha habido suerte”, comentó en zona mixta.

El rival le puso las cosas difíciles a los pupilos de Simeone que lo intentaron por activa y por pasiva ante la defensa planteada por Kurban Berdyev, entrenador local. “El Rubin se ha metido atrás, ha defendido bien, ha hecho bien su trabajo. Nosotros hemos intentado hacer el nuestro y sólo hemos conseguido un gol. Hay que felicitar al otro equipo”, significó.

Simeone elogió el compromiso demostrado por sus jugadores, que estuvieron cerca de darle la vuelta a la eliminatoria. “Todos los jugadores estamos capacitados de dar un nivel bueno y de otra forma no estaríamos aquí. Los que hemos venido lo hemos hecho porque el míster creía que era lo más conveniente. No hemos tenido la suerte de ganar pero hemos dado la cara”, dijo.

El mediocentro, que la semana pasada estrenó capitanía en el filial, es consciente de que le falta camino por recorrer y trabajará por ello. “Tengo muchas cosas que mejorar y estoy creciendo gracias a este equipo, estos jugadores, este entrenador. Cada día sigo mejorando. Hago mi trabajo en el filial y cuando el míster me necesite aquí estaré dándolo todo”, finalizó antes de subir al autobús con el resto de sus compañeros de camino al aeropuerto.