Quique Sánchez Flores sabe que su equipo debe ir paso a paso y pensar sólo en su próximo encuentro de Liga, ahora no quiere pensar más que en el choque del sábado frente al Sevilla. “Sólo pienso en la victoria ante el conjunto de Manzano. Llevábamos varias semanas con la idea de ganar un par de encuentros. Se ha conseguido el primer triunfo, ante el Real Zaragoza, y ahora buscamos el segundo triunfo. Esa victoria nos daría un empujón muy grande ante un equipo muy difícil. Nosotros tenemos la obligación de hacer un buen partido ante nuestra gente. Ir con tensión competitiva, pero sin estrés competitivo”, indicó.

En cuanto al estado físico de Diego Forlán, que se tuvo que retirar de la sesión del pasado miércoles con un esguince de tobillo, Quique aclaró que “está bien, ha entrenado con normalidad y no habrá problema para que juegue'.

El técnico recordó los enfrentamientos ante el Sevilla y aseguró que “siempre han sido muy especiales. Se han visto buenos duelos y grandes enfrentamientos entre jugadores. Han sido choques muy intensos. Queremos jugarlo sin equivocarnos, con una energía importante, pero no llevarlo a términos que nos hagan equivocarnos. Es un equipo con experiencia y sabe competir en el límite. Estamos con ganas, los jugadores se han entrenado bien, y están con confianza para afrontar el duelo”.

El técnico del equipo rojiblanco analizó las virtudes del Sevilla y dijo que “me parece un gran equipo. En los últimos diez años ha competido muy bien. Tiene una estructura de Club muy solida. Es un equipo muy difícil. Hizo una gran eliminatoria ante el Oporto, pero no tuvo suerte.  Están igual que nosotros: con su objetivo centrado en Liga. Nosotros estamos a tiempo de lograrlo, pero para ello debemos vencer al Sevilla”.

A la hora de analizar el estado anímico de la plantilla, Quique explicó que “están todos más animados. Ahora trabajamos con el optimismo que nos ha faltado en las últimas semanas”.

Quique Sánchez Flores quiso dejar claro que “quien diga que estoy negociando con el Sevilla, es que no me conoce. Cuando tengo un contrato con un Club, nunca negocio con otro. Además el Sevilla tiene un gran entrenador como Manzano, al que respeto mucho. Respeto muchísimo a la entidad rojiblanca y nunca hablaré con otra entidad mientras esté entrenando al Club. Cuando termine la temporada valoraremos las situaciones y se hablará del futuro cuando corresponda”.

“Nosotros tenemos que dar antes que recibir. No podemos pedir más a la gente que rodea el equipo, afición, dirigentes, medios de comunicación… Los dirigentes han tenido una paciencia brutal con el equipo. Hay que mirarse el ombligo y ver que hacemos mal. Sabemos que lo podemos hacer mejor. Quedan tres meses para concluir la temporada y hay que darlo todo”, aseveró.

El técnico tiene claro el ambiente que se vivirá en las gradas del Vicente Calderón. “Va a ser ácido. En un partido Atlético-Sevilla siempre hay mucho pensamiento retrospectivo. Tenemos que dar mucha intensidad al encuentro. Eso puede ser un buen argumento para desarrollar el encuentro”.

Con respecto a los puntos que ha perdido el equipo ante rivales directos, Quique dijo que “se han perdido partidos ante rivales que están lejos, aunque eso ahora no lo pienso para medirme al Sevilla”.

El técnico del equipo rojiblanco también habló del incidente que tuvo en el encuentro de la primera vuelta con Gregorio Manzano. Quique aseguró que “está olvidado, tenemos buen trato y le respeto como entrenador. Tiene una carrera brillante y tengo yo más que aprender de él, que él de mí'.

En el último partido del equipo rojiblanco jugó de titular Koke. Quique explicó que “está entrenando muy bien y por eso jugó en el once titular contra el Real Zaragoza. A mí la gente me gana en los entrenamientos. Si, además tiene el escudo grabado en el corazón, mucho mejor. Es una garantía”.

“Pensamos sólo en el siguiente compromiso. Mis jugadores tienen los argumentos a corto plazo. No queremos pensar en lo que puede pensar tras cuatro encuentros. Conozco el grupo y sé que sólo piensan a corto plazo”, concluyó diciendo Quique Sánchez Flores.