El Wanda Metropolitano fue testigo de un bonito rencuentro entre Paulo Futre y las dos aficiones de su vida: la del Atlético de Madrid y la del Sporting de Portugal. El exjugador portugués acudió por primera vez al nuevo estadio rojiblanco para vivir el encuentro entre el club que le vio crecer como futbolista y el equipo que se convirtió en su hogar. La emoción embargó a Paulo en su primera visita al Wanda Metropolitano. "Es espectacular", dijo refiriéndose al estadio rojiblanco cuando lo descubrió. 

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Futre pisó el césped del Wanda Metropolitano por primera vez. Con las bufandas de ambos equipos, la rojiblanca y la verdiblanca, apareció por el túnel de vestuarios y las aficiones de Atlético y Sporting de Portugal aplaudieron al exjugador, que visiblemente emocionado devolvía el cariño profesado por la grada junto a sus hijos Fabio y Paulo.

  

En el descanso, nuestro presidente Enrique Cerezo le hizo entrega de una camiseta con el número 10 y su nombre: un recuerdo que tendrá Futre de la primera vez que visitó el Wanda Metropolitano. El portugués agradeció el gesto de nuestro máximo mandatario y quiso ofrecer su Balón de Plata conseguido en 1987 a nuestro presidente en señal de agradecimiento.

Futre presenció el encuentro entre ambos equipos como embajador de la eliminatoria por su historia con ambos clubes. Además, el ídolo abogó por el disfrute de ambas hinchadas, animando a los aficionados a que disfrutasen de este gran enfrentamiento con el máximo 'fair play' y que apoyaran "como siempre a sus equipos, con todo el cariño y la máxima pasión" para contribuir a que la eliminatoria "sea una fiesta en Madrid y en Lisboa".