Tras haber arrancado el torneo con una importantísima victoria a domicilio en Roma, el Atlético de Madrid Juvenil A masculino retoma este miércoles su participación en la UEFA Youth League midiéndose al club más laureado de la historia de la competición, el Chelsea -campeón en 2015 y 2016-; un exigente rival que analiza nuestro entrenador, Manolo Cano.

"El Chelsea es un referente. Siempre que participa en la Youth League es uno de los grandes aspirantes a jugar la Final Four y a ganar el título. Para nosotros es un reto muy bonito; una oportunidad de competir al máximo nivel contra un rival tan bueno y de intentar mostrar nuestras fortalezas. Contra un equipo con un poderío físico tremendo y unas cualidades espectaculares, tenemos que imponer nuestra velocidad con el balón, la agilidad y la verticalidad, además de ser solidarios en el trabajo colectivo, para igualar esa posible desventaja que podamos tener en los duelos individuales a nivel físico".

"Es un partido importantísimo, porque en una fase de grupos tan corta todos los encuentros como local son importantísimos para conseguir la clasificación. El triunfo en Roma, en vez de relajarnos debe hacernos pisar el acelerador para intentar certificar nuestro buen comienzo y dominar el grupo desde el principio. Además, a diferencia de la Champions League, en la Youth League es clave concluir como líder esta fase para evitar el primer playoff, que es fuera de casa y no es un partido fácil de ganar, aunque la temporada pasada lo logramos", prosigue el técnico rojiblanco.

Cuestionado por el buen arranque del Juvenil A tanto en competición doméstica como continental, Manolo Cano afirma: "El equipo, desde la pretemporada, tiene mucha fe en lo que hace y muchas ganas de conseguir cosas, de ir creciendo cada día en la madurez en su juego. En el fútbol es muy importante creer en lo que se hace".

"En la liga y en la Youth League el equipo ha mostrado muy buenas sensaciones y estamos muy contentos por ello, pero sabemos que el fútbol es trabajar día a día. No puedes relajarte porque cuesta mucho construir y en cambio desmoronarse es muy sencillo", concluye.