El Atlético de Madrid afronta su sexta final en los últimos tres años. Una nueva cita decisiva que el Club quiere vivir en plena sintonía junto a su afición, como ya hiciera en Hamburgo, Barcelona, Mónaco o Bucarest, donde quedó demostrado de manera destacada la fuerza y arraigo de los seguidores rojiblancos cuando el equipo más los necesita.

Una afición que siempre se ha caracterizado por su simbólica entrega, así como por su deportividad en cada una de las finales que ha disputado el conjunto rojiblanco, donde la tolerancia y el deseo de vivir la fiesta del fútbol han estado por encima de todo. Su deportividad y el apoyo que ha procesado a los jugadores, tanto en la victoria como en la derrota, se han convertido en uno de los emblemas de la entidad y, una vez más, serán parte fundamental para disfrutar la Final de la Copa de S.M el Rey.

El último partido de la competición copera se convertirá de seguro en un nuevo ejemplo de Fair Play, en el que primará el juego limpio dentro del terreno de juego y fuera de él. Donde el código de conducta será referente en cada una de las competiciones futuras y con el cual se seguirá promocionando el espíritu de respeto que se debe considerar en todo espectáculo deportivo.

Está en nuestra mano promover los valores del deporte con el objetivo de subrayar su importancia, tanto dentro como fuera de los campos de fútbol. La deportividad, el respeto y la tolerancia en el fútbol volverá a estar presente durante la Final de la Copa entre el Club Atlético de Madrid y Real Madrid.