Con el 1-0 fijado en el marcador y la necesidad de controlar el partido, Simeone daba las primeras instrucciones a Diego Ribas en la que fue su casa temporadas atrás. Fue en el minuto 58 cuando el brasileño, ovacionado por un Calderón entregado, saltaba al terreno de juego para sustituir a José Sosa.

A partir de este momento, Diego Ribas se hizo con el mando en el centro del campo y tras su ingreso llegarían tres goles más para el cuadro rojiblanco. Media hora en la que dejó patente su calidad y un gol, tras un espectacular amago, que cerraba el reencuentro perfecto ante la afición del Calderón.