Iago Herrerín fue el gran protagonista del partido contra el Getafe B. Si estaba completando una actuación estelar en el primer tiempo, salvando hasta tres ocasiones claras de los azulones, lo mejor llegó en la segunda mitad, cuando corría el minuto 72 y sorprendió a todos los presentes al sacar de puerta y el balón, tras tocar en el terreno de juego, entró directamente en la meta de un sorprendido Gonzalo. “Me he quedado sorprendido y ni sabía cómo celebrarlo. Ha sido un balón que se me había quedado cerca, lo he recogido. He visto que empezaba a correr Batres y decidí lanzarle el balón, pero Javi Cantero me decía que esperase y cuando le pegué me dije que le había pegado muy mal. Me he quedado mirando el balón y digo sí que la he pegado larga, se ha resbalado el portero del Getafe B y ha llegado el gol. De repente he visto que todos venían a por mí y he salido corriendo como un pollo sin cabeza. Al final, ha servido para conseguir los tres puntos”.     Reconoce que ya ha marcado goles, aunque nunca uno como éste. “Cuando jugaba en el Athletic, en el Juvenil, sí he marcado algún gol porque he tirado algún penalti, pero marcar de portería a portería y encima en Segunda B, nunca. El míster siempre me dice que la pegue más plana pero le he dicho que no podía pegarle porque el pie se te deslizaba con el barro que había en el campo. Y justo en la jugada del gol, cuando le he pegado el campo estaba duro. No sé cómo la he enganchado que la he pegado de lleno”.     Iago está acostumbrado a jugar en condiciones extremas, con campo embarrado y lluvia incesante como ante el Getafe B. No en vano salió de la cantera del Athletic y las condiciones de este encuentro no le eran nuevas. “Son de los partidos que me gustan pero el primer gol que me han marcado he dicho, madre mía. El balón ha botado en el charco, pero diferente a como lo esperaba. Y he empezado a pensar que me pasa a mí esto, que vengo de Bilbao, que me ha pasado ya 300 veces… Pero uno por otro”.     Estos partidos, de todas formas, a los porteros les puede hacer héroes o villanos. “A mí me gusta y estoy acostumbrado porque en Bilbao he jugado con estas condiciones climatológicas casi siempre. Me gusta jugar más con el campo mojado que seco, pero en esta ocasión se me ha complicado más por bote en el charco”.     El equipo rojiblanco tenía la lección aprendida porque ya sabe lo que es ganar por 2-0 en casa y que le remonte el rival. “Ante el Universidad, en casa, íbamos ganando 2-0 y acabaron empatándonos el partido en los últimos minutos y al final te pones nervioso. Pero marqué el 3-2 y nunca bajamos los brazos y nos ha servido para que se relajaran un poco más y acabar el partido bien”.     Reconoce que los compañeros le estaban esperando para felicitarle en el vestuario. “Me han hecho pasillo al llegar al vestuario. Siempre estoy vacilando a los medio centros, a los delanteros, a todos, que la pego mejor que ellos y después de marcar ya les he dicho que tengan cuidado que les quito el Pichichi. Nos hemos reído pero lo importante es que hemos conseguido tres puntos para salir de la zona de descenso”.     Iago está contento con la temporada que está realizando en el Atlético B. “No me puedo quejar. La temporada está siendo buena. Empezamos abajo y aunque estábamos abajo yo estaba contento porque las cosas iban saliendo bien. Y ahora que hemos salido, a disfrutar y ayudar en todo lo que se pueda”.