José María Giménez aterrizará en la concentración del equipo en Los Ángeles de San Rafael después de ser subcampeón del mundo sub-20. Uruguay cayó ante Francia en la tanda de penaltis y el nuevo jugador del Atlético no pudo poner la guinda a un torneo en el que ha demostrado su potencial y sus grandes cualidades en la zaga convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del campeonato.

El técnico uruguayo Juan Verzeri apostó por Giménez en el lateral derecho después de haber ocupado el eje central durante todo el torneo disputado en tierras otomanas y el joven cumplió a la perfección. Junto a sus compañeros logró sostener las acometidas de Francia, favorito antes del encuentro, y mantener a cero la portería defendida por De Amores.

El partido fue intenso y entretenido con ambos equipos buscando la victoria aunque los nervios y el castigo físico en jugadores en formación hizo que las fuerzas menguaran con el paso de los minutos y que las ocasiones se fueran diluyendo. Los uruguayos dominaron la primera parte y pudieron irse con ventaja al descanso pero no fue así y Francia empezó a hacerse con el dominio del juego a través de su poderío físico representado a la perfección por el doble pivote Kondogbia - Pogba.

A punto de llegar la prórroga, Giménez tuvo que abandonar el encuentro por un golpe que le provocó una hipertensión leve en ambas rodillas y desde el banquillo vería como la actuación del portero francés Areola sería definitiva para que Francia se impusiera a Uruguay en la lotería de los penaltis por 4-1. Un gran Mundial de Giménez, que se incorporará a la disciplina del Atlético después de demostrar al mundo entero su enorme potencial.