Ya lo había avisado Simeone en la rueda de Prensa previa al partido. Preveía un partido difícil y complicado ante un rival necesitado y que venía herido por la eliminación de la Europa League a manos de su eterno rival, el Sevilla. Y así fue. El choque fue trabado en su primera mitad, con pocas ocasiones de gol, todas rojiblancas, y con un tanto mal anulado por Estrada Fernández a Diego Costa en el minuto 22.

El Betis salió con fuerza en la segunda mitad y suya fue la primera ocasión, con un disparo de Juan Carlos que se estrelló en el poste derecho de la meta de Courtois. El equipo de Calderón se vino arriba pero sin mayor peligro para los nuestros. Sin embargo, una jugada cortocircuitó al Betis. Briain Rodríguez vio la segunda amarilla por dar a un balón con la mano en el minuto 55. El Atlético de Madrid aprovechó la coyuntura y si había empezado buscando la meta de Adán, lo hizo tras esa circunstancia con mayor insistencia.

Y fue el capitán Gabi el que tomó el mando y mostró el camino del triunfo con un golazo desde fuera del área. Lanzó un misil tierra-tierra que se coló sin remisión en la meta de Adán. Habían transcurrido dos minutos desde la expulsión del jugador bético y éste fue un mazazo casi definitivo. El golpe de gracia al Betis se lo dio su ‘enemigo número 1’ de los rojiblancos, Diego Costa. El hispano-brasileño aprovechó una asistencia de Koke para colocar el 0-2 en el 63. A partir de ese momento, sólo faltaba saber si habría más goles del lado rojiblanco porque el Betis estaba malherido y sin fuerzas para intentar escalar un muro tan alto como el del Atlético.

Ahora, a pensar en el partido del miércoles en el Vicente Calderón ante el Granada en una semana que acabará con otro partido grande el sábado en San Mamés ante el Athletic.