El Atlético de Madrid se ha complicado su continuidad en la Copa del Rey al caer derrotado en el Vicente Calderón por 0-1, merced a un gol de Ewerthon en el minuto 57. El equipo de Carlos Bianchi nunca se encontró cómodo en el terreno de juego y apenas tuvo ocasiones claras de gol. El Zaragoza no jugó mucho mejor, pero supo sacar partido a las pocas opciones de gol de que dispuso. Unos y otros dejaron que se consumiera la primera parte sin que apenas pasara nada reseñable. Por mucho que los jugadores de Atlético y Zaragoza lo intentaran, Falcón y César apenas tenían que aparecer. Al equipo de Carlos Bianchi le costaba, como otras veces, generar fútbol en el centro del campo y el gran perjudicado era Fernando Torres, que durante este período no pudo rematar ni una sola vez en condiciones. Maxi e Ibagaza intentaban por todos los medios crear juego entre líneas, pero había poca precisión en las filas rojiblancas, que casi nunca hilvanaban una jugada en condiciones. Mediado este primer tiempo se calentó algo el partido con dos fogonazos de Petrov y Maxi, pero sus remates no encontraron la portería de César. El Zaragoza no lo hacía mucho mejor, pero al menos tenía el marcador a su favor. Los de Víctor Muñoz se acercaban de vez en cuando, pero sólo un remate de Sergio García en el minuto 37 inquietó mínimamente a Falcón. Un zurdazo de Petrov, que acabó con el balón en la grada, fue el epílogo de una primera parte en la que los rojiblancos nunca pudieron engancharse de lleno al partido. El Zaragoza, tras el descanso, volvió al terreno de juego más metido y con la entrada en el once de Ewerthon todo cambió. El minuto 55 Pablo evitó un gol de Óscar que ya se cantaba, en el 56 Falcón se lució a disparo de Cani y en 57-a la tercera fue la vencida- Ewerthon no falló y tras irse de Pablo cruzó bien el balón de certero zurdazo. El golpe dejó tocado al Atleti durante varios minutos y el Zaragoza, por momentos, pareció que podía sentenciar el partido y casi la eliminatoria. La entrada de Ewerthon en el campo había revolucionado por completo el ataque maño, que se seguían acercando con peligro a los dominios de Falcón. Los jugadores de Bianchi, mientras, lo intentaban de todas las maneras posibles, pero seguían teniendo muchas dificultades para crear problemas al portero zaragocista. Bianchi daba entrada en el campo a Kezman, que reaparecía tras su operación de menisco, buscando un gol que diera la vida al Atlético de Madrid, que veía cómo pasaban los minutos sin ni siquiera generar alguna ocasión aislada. En el 79 llegó una muy clara para los intereses rojiblancos, pero gracias a que Milito casi marca en su propia portería al despejar el balón de cabeza. Hasta el final, como en partidos precedentes, el empuje del Atlético de Madrid no tuvo reflejo en el marcador. Petrov, de golpe franco, y Kezman estuvieron a punto marcar, pero no pudo ser. Toca remontar en La Romareda la semana que viene…