Este domingo 1 de septiembre, en los prolegómenos del encuentro que midió a nuestro equipo con la SD Eibar, toda la familia rojiblanca rindió un sentido homenaje a Francisco Marín Núñez, comandante del Ejército del Aire; Miguel Ángel Lamata Bravo, exfutbolista de ambos conjuntos; y Xana Martínez Cullell, hija del exseleccionador nacional Luis Enrique Martínez, tristemente fallecidos esta semana y por quienes se guardó un respetuoso minuto de silencio. Además, nuestros jugadores lucieron brazaletes negros en su recuerdo a lo largo de todo el partido.

Francisco Marín Núñez, comandante del Ejército del Aire, murió en un accidente aéreo en la mañana del lunes 26 de agosto en Murcia. También piloto instructor de la Patrulla Águila, nuestro club mantiene un estrecho vínculo con esta sección del Ejército del Aire, presente en momentos únicos en nuestra historia como han sido la despedida del Vicente Calderón, la inauguración del Wanda Metropolitano o el homenaje por el 175 aniversario de la bandera de España.

Miguel Ángel Lamata Bravo falleció el 29 de agosto a los 72 años de edad. Futbolista nacido en Beasáin (Guipúzcoa) el 11 de mayo de 1947, llegó al Atlético de Madrid en 1967, procedente de la SD Eibar, y tras militar durante el curso 1967/68 en el CD Badajoz en calidad de cedido, regresó a nuestro club y vistió de rojiblanco hasta 1970. Con nuestra camiseta disputó siete partidos oficiales -seis en LaLiga y uno en competición europea-, anotó un gol y formó parte de la plantilla que conquistó el título liguero en la temporada 1969/70.

Ese mismo jueves nos dejó, a los 9 años de edad, la pequeña Xana Martínez Cullell, hija del exseleccionador y jugador internacional con España Luis Enrique Martínez.

El Club Atlético de Madrid, en nombre de su presidente, Enrique Cerezo; de su consejero delegado, Miguel Ángel Gil; del Consejo de Administración y en el de todos sus trabajadores y aficionados transmiten su más sincero pésame a los familiares y amigos de Francisco Marín Núñez, Miguel Ángel Lamata Bravo y Xana Martínez Cullell por tan irreparables pérdidas.

Descansen en paz.