“El partido del Calderón fue un espectáculo; la afición estuvo inconmensurable”
Adelardo y Gárate recuerdan la eliminatoria de Copa de Europa de 1974 ante el Celtic.
El Atlético de Madrid volverá a vivir un enfrentamiento con el Celtic de Glasgow en una competición europea. Sin lugar a dudas, el doble choque de semifinales de la Copa de Europa de 1974 marcó el devenir de aquél Atlético de Madrid entrenado por Juan Carlos Lorenzo. Los rojiblancos empataron a cero en el mítico Celtic Park de Glasgow, en un ambiente hostil y con el arbitraje del colegiado turco Babacan que acabó expulsando a tres rojiblancos, Ayala, Quique y Panadero Díaz. La vuelta en el Vicente Calderón en un Estadio repleto y con una afición que llevó en volandas al equipo a eliminar a los escoceses. 2-0 en Madrid con goles de Adelardo y Gárate quienes revivieron, para la página web del Atlético, lo vivido en aquella semifinal.
Luego, hubo un segundo enfrentamiento en la Recopa de Europa, en la temporada 85-86, en la que los rojiblancos volvieron a dejar en la cuneta a los escoceses, con empate a uno en el Calderón y victoria en un Celtic Park vacío por una sanción por 1-2. Ahora llega el tercer enfrentamiento en una competición distinta, la Europa League, un torneo que ya conquistó el Atlético de Madrid en su primera edición el 12 de mayo de 2010 en Hamburgo, en la final frente al Fulham.
Adelardo, el gran capitán, reconoce que “nosotros íbamos a por el partido y ellos querían ganar con mucho teatro. No digo que no fuera un partido duro, pero ellos hicieron demasiado teatro y por eso el público se enfadó. La impotencia de no poder eliminarnos allí fue lo que acarreó tanta mala uva”. Gárate corrobora lo dicho por su amigo y compañero. “Fue un partido muy difícil para nosotros porque el Celtic, en aquellos momentos, era uno de los grandes de Europa. La verdad es que Johnstone, extremo derecha, muy habilidoso y rápido, fue el que provocó, de alguna manera, las expulsiones. Acabamos con ocho jugadores el partido y fue una defensa heroica de todos, con Miguel Reina a la cabeza y sus despejes de puño”. Adelardo interrumpe al ‘9’ para decir que “mandaba la pelota de un puñetazo al centro del campo y eso no le gustaba a la afición local”.
El extremeño apostilló que “entradas duras hicimos todos, unos y otros, pero sí que Johnstone se tiraba mucho y hacía muchos aspavientos. El árbitro picó en esa estrategia quizá influido por el público”.
Los rojiblancos celebraron el empate en Glasgow como si del pase a la final se tratara. Gárate reconoce que “estábamos encantados con el resultado y preocupados con el partido de vuelta porque era un equipazo el Celtic, capaz de ganar en su casa o fuera. El partido de vuelta fue un espectáculo. Era un partido declarado de alta seguridad y la Policía requisaba en las puertas de entrada cualquier objeto susceptible de ser lanzado al campo. Para mí fue un espectáculo cómo se comportó la afición con nosotros y cómo celebró el pase a la final”. Adelardo apunta que “la afición comprendió lo que nos jugábamos y nos animó desde el inicio hasta que metimos el primer gol, porque era lo difícil. Un gol que marqué yo… Me equivoqué y lo marqué. El público estuvo inconmensurable. No se tiró ni una almohadilla ni un objeto y siempre animándonos y metiéndose con ellos, claro”.
Los dos cuentan cómo fue el primer gol. Gárate dice que no fue un pase suyo, sino que “fue un pase al área, yo disputé y la pelota se quedó muerta al borde del área. Llegó Adelardo siguiendo la jugada y le salió un disparo muy bueno que valió el 1-0”. Adelardo apostilla que “me gustaba acompañar a los puntas porque siempre que caía algo lo agarraba yo”. Gárate no pudo por menos que alabar a su capitán. “Adelardo fue un grandísimo jugador del Atleti, de los grandes, grandes, grandes. Fue un ejemplo en la entrega, en la calidad, en todo”.
La anécdota llegó en el segundo gol. Gárate afirma que “me acordaba bien del gol de Adelardo pero del segundo… Fue una entrada por la izquierda de Jabo (Irureta) y yo desvié con la cabeza. Me dio el balón, no le di yo”. Adelardo afirma que “fue el de la tranquilidad. La gente se asentó y fue cuando quisimos decirle al equipo contrario lo que íbamos a hacer y se vinieron abajo por eso. Teníamos la eliminatoria, que era lo que buscábamos”.
Gárate recuerda que “igual que el Celtic era uno de los grandes, aquél Atlético de Madrid también fue en aquella temporada uno de los grandes de Europa. La lástima fue la final perdida, que no pudiésemos culminar con la victoria que ya teníamos en la mano. Fue una pena”. Al año siguiente se logró la Copa Intercontinental, que mitigó aquél dolor por la final de la Copa de Europa perdida. Gárate reconoce que “no porque la conseguimos ‘en vez de’”. Adelardo comenta que “fuimos a ese torneo porque no quiso ir el campeón, no sabemos por qué, pero fuimos nosotros y ganamos la Copa”.
De cara al partido del jueves en el Calderón, tanto uno como otro son optimistas. Adelardo señala que “hace tiempo que del Celtic no se sabe mucho. Quizá está como nosotros. Ha sido un grande y está ahora en épocas de renovación, que el equipo quiera entrar en ese grupo de elegidos. Va a ser un partido como con los otros dos rivales que nos han tocado porque el Atleti no ha podido tener peor suerte en la liguilla de la Europa League”. Gárate señala que “el del jueves es un partido difícil, con dos equipos que estuvieron pero que ahora no están en la élite del fútbol europeo y que, sin duda, están haciendo esfuerzos para volver a la élite del fútbol europeo y poder jugar la Champions, que es lo que la afición del Atleti desea y quiere”.
Tanto Adelardo como Gárate son voces autorizadas para decir que hay que tener paciencia con este Atlético de Madrid. Adelardo dice que “hay que darle tiempo al tiempo. Comprendo que la gente quiera títulos pero es muy difícil. Creo que la plantilla está bien hecha, bien compensada y el equipo tiene jugadores que no hace falta descubrir ahora. ¿Qué le va a costar un poco? Bueno, como a todos. Hay que tener paciencia y dejar trabajar al equipo. Los triunfos llegarán”.
Gárate finaliza diciendo que “estoy de acuerdo. Hay materia prima para poder disputar el tercer o cuarto puesto de la Liga porque los otros dos… Ojalá tuviésemos esa opción, pero es prácticamente imposible”. A este respecto, Adelardo recuerda que “en nuestra época hacíamos un equipo y se tardaba unos dos o tres años en conformar un equipo, rellenando los huecos que había. Y aun así hacía falta tiempo para ensamblarlo, cómo no pasará ahora, que se cambian ocho o diez jugadores y es más difícil”.
Luego, hubo un segundo enfrentamiento en la Recopa de Europa, en la temporada 85-86, en la que los rojiblancos volvieron a dejar en la cuneta a los escoceses, con empate a uno en el Calderón y victoria en un Celtic Park vacío por una sanción por 1-2. Ahora llega el tercer enfrentamiento en una competición distinta, la Europa League, un torneo que ya conquistó el Atlético de Madrid en su primera edición el 12 de mayo de 2010 en Hamburgo, en la final frente al Fulham.
Adelardo, el gran capitán, reconoce que “nosotros íbamos a por el partido y ellos querían ganar con mucho teatro. No digo que no fuera un partido duro, pero ellos hicieron demasiado teatro y por eso el público se enfadó. La impotencia de no poder eliminarnos allí fue lo que acarreó tanta mala uva”. Gárate corrobora lo dicho por su amigo y compañero. “Fue un partido muy difícil para nosotros porque el Celtic, en aquellos momentos, era uno de los grandes de Europa. La verdad es que Johnstone, extremo derecha, muy habilidoso y rápido, fue el que provocó, de alguna manera, las expulsiones. Acabamos con ocho jugadores el partido y fue una defensa heroica de todos, con Miguel Reina a la cabeza y sus despejes de puño”. Adelardo interrumpe al ‘9’ para decir que “mandaba la pelota de un puñetazo al centro del campo y eso no le gustaba a la afición local”.
El extremeño apostilló que “entradas duras hicimos todos, unos y otros, pero sí que Johnstone se tiraba mucho y hacía muchos aspavientos. El árbitro picó en esa estrategia quizá influido por el público”.
Los rojiblancos celebraron el empate en Glasgow como si del pase a la final se tratara. Gárate reconoce que “estábamos encantados con el resultado y preocupados con el partido de vuelta porque era un equipazo el Celtic, capaz de ganar en su casa o fuera. El partido de vuelta fue un espectáculo. Era un partido declarado de alta seguridad y la Policía requisaba en las puertas de entrada cualquier objeto susceptible de ser lanzado al campo. Para mí fue un espectáculo cómo se comportó la afición con nosotros y cómo celebró el pase a la final”. Adelardo apunta que “la afición comprendió lo que nos jugábamos y nos animó desde el inicio hasta que metimos el primer gol, porque era lo difícil. Un gol que marqué yo… Me equivoqué y lo marqué. El público estuvo inconmensurable. No se tiró ni una almohadilla ni un objeto y siempre animándonos y metiéndose con ellos, claro”.
Los dos cuentan cómo fue el primer gol. Gárate dice que no fue un pase suyo, sino que “fue un pase al área, yo disputé y la pelota se quedó muerta al borde del área. Llegó Adelardo siguiendo la jugada y le salió un disparo muy bueno que valió el 1-0”. Adelardo apostilla que “me gustaba acompañar a los puntas porque siempre que caía algo lo agarraba yo”. Gárate no pudo por menos que alabar a su capitán. “Adelardo fue un grandísimo jugador del Atleti, de los grandes, grandes, grandes. Fue un ejemplo en la entrega, en la calidad, en todo”.
La anécdota llegó en el segundo gol. Gárate afirma que “me acordaba bien del gol de Adelardo pero del segundo… Fue una entrada por la izquierda de Jabo (Irureta) y yo desvié con la cabeza. Me dio el balón, no le di yo”. Adelardo afirma que “fue el de la tranquilidad. La gente se asentó y fue cuando quisimos decirle al equipo contrario lo que íbamos a hacer y se vinieron abajo por eso. Teníamos la eliminatoria, que era lo que buscábamos”.
Gárate recuerda que “igual que el Celtic era uno de los grandes, aquél Atlético de Madrid también fue en aquella temporada uno de los grandes de Europa. La lástima fue la final perdida, que no pudiésemos culminar con la victoria que ya teníamos en la mano. Fue una pena”. Al año siguiente se logró la Copa Intercontinental, que mitigó aquél dolor por la final de la Copa de Europa perdida. Gárate reconoce que “no porque la conseguimos ‘en vez de’”. Adelardo comenta que “fuimos a ese torneo porque no quiso ir el campeón, no sabemos por qué, pero fuimos nosotros y ganamos la Copa”.
De cara al partido del jueves en el Calderón, tanto uno como otro son optimistas. Adelardo señala que “hace tiempo que del Celtic no se sabe mucho. Quizá está como nosotros. Ha sido un grande y está ahora en épocas de renovación, que el equipo quiera entrar en ese grupo de elegidos. Va a ser un partido como con los otros dos rivales que nos han tocado porque el Atleti no ha podido tener peor suerte en la liguilla de la Europa League”. Gárate señala que “el del jueves es un partido difícil, con dos equipos que estuvieron pero que ahora no están en la élite del fútbol europeo y que, sin duda, están haciendo esfuerzos para volver a la élite del fútbol europeo y poder jugar la Champions, que es lo que la afición del Atleti desea y quiere”.
Tanto Adelardo como Gárate son voces autorizadas para decir que hay que tener paciencia con este Atlético de Madrid. Adelardo dice que “hay que darle tiempo al tiempo. Comprendo que la gente quiera títulos pero es muy difícil. Creo que la plantilla está bien hecha, bien compensada y el equipo tiene jugadores que no hace falta descubrir ahora. ¿Qué le va a costar un poco? Bueno, como a todos. Hay que tener paciencia y dejar trabajar al equipo. Los triunfos llegarán”.
Gárate finaliza diciendo que “estoy de acuerdo. Hay materia prima para poder disputar el tercer o cuarto puesto de la Liga porque los otros dos… Ojalá tuviésemos esa opción, pero es prácticamente imposible”. A este respecto, Adelardo recuerda que “en nuestra época hacíamos un equipo y se tardaba unos dos o tres años en conformar un equipo, rellenando los huecos que había. Y aun así hacía falta tiempo para ensamblarlo, cómo no pasará ahora, que se cambian ocho o diez jugadores y es más difícil”.