El duelo entre Agüero y Perea se salda con empate (0-0)
Ambos jugadores gozaron de minutos con sus selecciones
La Argentina del Kun Agüero y la Colombia de Perea firmaron el empate (0-0) en este séptimo partido de la Copa América 2011. Colombia jugó mejor y puso en serios aprietos a una selección albiceleste que fue mejorando gradualmente durante los 90 minutos que se jugaron sobre el césped del Estadio Brigadier General Estanislao López en la ciudad de Santa Fe.
Las dos selecciones salieron al campo con las ideas muy claras y con los esquemas tácticos predefinidos desde el principio. Argentina apostó por un trivote defensivo, mientras que Colombia salió plantada en el centro del campo con cinco centrocampistas en la medular, estrategia que les valió para tener el control del balón durante gran parte del tiempo reglamentario. Ramos, Moreno y Falcao fueron los principales protagonistas de una selección “cafetera” que era la que más peligro creaba en la portería contraria. Argentina aguantó el envite durante el primer tiempo, gracias en parte, a su portero Romero.
La segunda parte fue una copia de la primera, donde los hombres de Batista intentaron hacerse con el cuero ante la inflexible superioridad colombiana. Perea estuvo férreo en defensa ante las pocas llegadas de la anfitriona. Al cumplirse el cuarto de hora, el seleccionador argentino apostó por Agüero y Gago como revulsivos para la línea de tres cuartos. Argentina mejoró y consiguió entrar en escena para resolver varias jugadas con disparos lejanos. El pitido final estableció el empate en el marcador durante noventa minutos con grandes ocasiones para ambas selecciones.
Las dos selecciones salieron al campo con las ideas muy claras y con los esquemas tácticos predefinidos desde el principio. Argentina apostó por un trivote defensivo, mientras que Colombia salió plantada en el centro del campo con cinco centrocampistas en la medular, estrategia que les valió para tener el control del balón durante gran parte del tiempo reglamentario. Ramos, Moreno y Falcao fueron los principales protagonistas de una selección “cafetera” que era la que más peligro creaba en la portería contraria. Argentina aguantó el envite durante el primer tiempo, gracias en parte, a su portero Romero.
La segunda parte fue una copia de la primera, donde los hombres de Batista intentaron hacerse con el cuero ante la inflexible superioridad colombiana. Perea estuvo férreo en defensa ante las pocas llegadas de la anfitriona. Al cumplirse el cuarto de hora, el seleccionador argentino apostó por Agüero y Gago como revulsivos para la línea de tres cuartos. Argentina mejoró y consiguió entrar en escena para resolver varias jugadas con disparos lejanos. El pitido final estableció el empate en el marcador durante noventa minutos con grandes ocasiones para ambas selecciones.