No pudo ser. La parroquia colchonera, más unida que nunca, se presentó en el Vicente Calderón con la ilusión de lograr una de las remontadas más épicas de la historia rojiblanca. Sin embargo, cosas del deporte rey, el Real Madrid se adelantaría por mediación de Cristiano Ronaldo, que transformó un penalti cometido sobre él mismo en la primera acción de peligro del encuentro. Algo que no cambió la mentalidad de nuestros guerreros, siempre fieles a dar el máximo en cada minuto. Raúl García, tras una buena combinación con Koke, respondió con un disparo soberbio desde fuera del área que se estrelló en el poste evitando el empate.

Otra vez, los once metros, supondrían un castigo excesivo para los de Simeone. En otra pena máxima, Cristiano Ronaldo pondría el segundo tanto de la noche en el luminoso. El jarro de agua fría fue difícil de digerir para los nuestros y el Real Madrid se aprovechó de ello para controlar el juego en el centro del campo, sin causar peligro a Aranzubia. Con mucho corazón, el Atlético se estiró en ataque y Koke, primero, y Raúl García después, probaron fortuna con disparos lejanos sin consecuencias para Casillas.

Las líneas de presión avanzaron y el equipo tomó el control del partido buscando pases entre líneas para desarmar a la organizada defensa del Real Madrid. Cristian Rodríguez fue el siguiente en intentar el gol con un disparo de zurda que se marchó por alto. Por más que lo intentaba, el cuadro de Simeone no obtenía el merecido premio del gol, y, a pesar del dominio del partido en los minutos finales de la primera parte, el 0-2 sería el resultado al descanso.

El segundo acto se reanudó con nuestros guerreros en busca del gol. Adrián, que sustituyó a Diego, arrancó los segundos 45 minutos con una potencia enorme para servir un balón al área que despejó Varane a córner. El juego se vencía cada vez más sobre el área de Casillas, pero el peligro no se traducía en ocasiones. El primero en disparar a Aranzubia por parte del equipo de Ancelotti fue Gareth Bale, con un chut de falta directa que detuvo con seguridad el portero riojano. Poco después, el meta volvió a ser providencial aguantando a Cristiano Ronaldo en un uno contra uno.

En su recta final, el partido se desarrolló con mucha tranquilidad en el centro del campo. Mario Suárez, a la salida de un córner, pudo acortar distancias, pero el balón parecía no querer entrar en la meta blanca. Poco después, José Sosa, con una volea de enorme potencia, obligó a Casillas a reaccionar para evitar el tanto del rojiblanco. Sin tiempo para más, el pitido final puso el desenlace del equipo en la Copa del Rey 2013/14. El campeón cayó eliminado, aunque, junto a nuestra brillante afición, este equipo dará muchas alegrías en lo que resta de temporada.