El Atlético suma un punto en Mallorca que sabe a poco (0-0)
El Atlético de Madrid viajó a Mallorca con la intención de romper con la racha de dos derrotas en Liga ante el Depotivo y el Zaragoza. Uno de sus ex compañeros Ariel Ibagaza no pudo enfrentarse al que fuera su equipo y se perdió el choque por lesión. Los ánimos de los rojiblancos antes de comenzar el encuentro estaban intactos ya que son conscientes de que el trabajo y la constancia terminan por dar sus frutos, pero los nervios les jugó una mala pasada en los primeros minutos y el Mallorca enseñó los dientes. La primera jugada de peligro para los pupilos del entrenador mexicano Javier Aguirre llegó en el minuto 9 de partido cuando Luciano Galletti remató con el pie derecho después de un rechace. En la jugada inmediatamente posterior el Mallorca demostró sus ganas de llevarse los tres puntos en las botas de Arango que remató desde fuera del área con la zurda demostrando una vez más que es uno de los jugadores más peligrosos del conjunto isleño. Las cosas pintaban mal para el Atlético de Madrid que tenía una y otra vez que frenar las internadas del Mallorca. En el minuto 18 de la primera parte fue Víctor el que disparó tras recibir un pase de Jankvic, pero la acción estaba invalidada por fuera de juego. Los ánimos comenzaron a caldearse en la grada, mientras los dos equipos seguan intentando desequilibrar la defensa rival. El francés Luccin quiso sorprender a Prats en el minuto 22 desde fuera del área después de controlar un pase de Maniche. Con la media hora de juego casi cumplida el Atlético de Madrid buscó con algo más de intensidad la portera contraria. Primero Fernando Torres y luego Luciano Galletti lo intentaron con algo más de peligro, aunque la grada enmudeció cuando Víctor aprovechó un pase de Ballesteros en el 31 y realizó un disparo con la izquierda que fue rechazado por la defensa rojiblanca con dificultades. Sólo un minuto más tarde, Nunes volvió a poner en peligro la portería de Leo Franco al intentar aprovechar una oportunidad con el pie derecho, el disparo finalmente se fue fuera. Sin más llegó el descanso con más pena que gloria para los dos equipos que lo intentaron por ráfagas, pero que no lograron el premio. Ya en la segunda mitad, las cosas comenzaron como terminaron en la primera parte. Javier Aguirre decidió introducir al argentino Kun Agüero por Maniche, algo que sumó algo más de frescura al ataque rojiblanco. Una falta al joven delantero provocó una buena ocasión. Luccin sacó la falta y el rechace del portero lo quiso rematar Fernando Torres, aunque finalmente el balón saló fuera. Pablo tuvo que retirarse al sentir unas molestias en la espalda tras un choque, su lugar se lo dejó al portugués Ze Castro que debutó en Liga. En los primeros 20 minutos de la segunda parte se pudo ver a un Atlético de Madrid algo más peligroso en sus llegadas, pero las buenas acciones individuales de algunos defensas mallorquinistas impidieron que el conjunto rojiblanco se adelantare en el marcador. Un centro al área de Jankovic puso a la grada en pie, aunque el esférico fue despejado por la defensa atlética. Sergio Agüero inició una buena jugada en la que se zafó de varios defensores y cedió e balón a Galletti que quiso internarse en el área pequeña, aunque el balón es despejado por la defensa local. En menos de un minuto Fernando Torres volvió a poner nerviosa a la defensa del Mallorca al rematar de cabeza un buen pase de Víctor Bravo que fue sustituido por Mariano Pernía. Leo se convirtió en el protagonista del partido cuando en el minuto 33 de la segunda parte frenó un gran pase de Arango que pudo rematar Jordi a placer. El empate a cero no significaba mucho para ninguno de los dos equipos, pero la falta de puntería unas ocasiones y la intervención del portero en otras manchó la posibilidad de anotar. La mejor ocasión del partido llegó en el minuto 38 de la segunda parte en las botas del Kun que disparó desde fuera del área y a punto estuvo de batir a Prats. Leo Franco demostró su veteranía y salvó en el último minuto lo que pudo ser el 1-0 para el conjunto malloquín.