El Atlético de Madrid volvió al trabajo el viernes después de la satisfacción por el trabajo bien hecho en el partido de ida de semifinales de la Europa League ante el Liverpool. Los de Quique Sánchez Flores tienen que cambiar rápidamente de registro porque el próximo domingo reciben al Tenerife en Liga. Con este lance en mente, se diseñó un entrenamiento que combinó la recuperación de los titulares en el choque del día anterior con una sesión algo más intensa para el resto, que se prolongó durante una hora y media de duración.

La mayoría de los miembros del once titular en el Vicente Calderón se ejercitaron en el gimnasio. De ellos, sólo se pudo ver en el campo a Antonio López, Raúl García y De Gea, quienes realizaron carrera continua durante unos minutos.

Cabe destacar que en el terreno de entrenamiento también se pudo ver a los grandes ausentes al último encuentro, como el Kun, que se lo perdió por sanción, así como a Tiago e Ibrahima, que no jugaron al no estar inscritos.

El técnico rojiblanco contó con los canteranos Borja, Rubén Pérez y Joel, ya habituales en las sesiones del primer equipo, y a los que se sumó Perea, también jugador del Atlético B. El portero del filial, Joel, compartió la mayor parte de la sesión con Asenjo, siguiendo las directrices del preparador de porteros, Emilio Álvarez.

El entrenamiento general sobre el campo se compuso de calentamiento con y sin balón, estiramientos y toques de balón. Los jugadores continuaron con un circuito que combinaba velocidad, saltos, fuerza y tiros a puerta. Seguidamente, realizaron ejercicios de control y posesión y centros, para terminar jugando a unos partidillos en espacio reducido.