El Atlético de Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Champions por cuarta temporada consecutiva. La victoria en Leverkusen por 2-4 fue decisiva en la eliminatoria porque en el Calderón no hubo goles. Entre otras cosas, porque los remates de los nuestros se marcharon rozando los postes y el Bayer Leverkusen encontró un muro en Oblak.

Atlético y Bayer Leverkusen saltaron al terreno de juego con el objetivo de marcar pero las ocasiones claras de gol fueron para Koke, por dos veces, y una de Correa, que se toparon con Leno. Ya en la segunda mitad, se sucedieron las oportunidades con dos remates de Correa y Griezmann, que se perdieron rozando los postes. Luego fue el turno del cuadro alemán pero entonces emergió la figura de Oblak, salvando una jugada espectacular en el 68 con tres paradas a remates de Brandt y dos a Volland. Más tarde fueron Bellarabi y Wendell los que volvieron a encontrar un muro en el meta esloveno.

Buena eliminatoria para volver a los cuartos de final de la Champions y estar en el bombo del próximo viernes. Ahora, a pensar en una nueva final en LaLiga frente al Sevilla el domingo.