Los de Simeone salieron al césped del Vicente Calderón dominando el balón. La intensidad de los rojiblancos ahogaba al Espanyol, que intentaba jugar pero que se encontraba una y otra vez con la presión colchonera. Transcurridos 15 minutos, David Villa fue el primero en probar fortuna con un testarazo que encontró una buena respuesta de Kiko Casilla. El siguiente en disparar al arco catalán sería Gabi, pero su volea, tras jugada ensayada, se marchó por alto. El partido crecía en ocasiones, y los de Aguirre, con un disparo a la media vuelta de Sergio García, obligaron a Courtois a lucirse para evitar el tanto perico. A partir de entonces, el Atlético se volcó al ataque, y a pesar de tener opciones claras de gol, el empate a cero sería el desenlace en los primeros 45 minutos.

La segunda parte comenzó igual que terminó la primera. El Atlético apretaba arriba, pero el gol se resistía a llegar. Villa, muy activo durante todo el encuentro, dispuso de dos disparos que no encontraron las redes catalanas. La insistencia acabó por derrocar la fortaleza perica, con Diego Costa como protagonista. El pichichi rojiblancó aprovechó un gran servicio en profundidad de Villa para batir a Casilla en el uno contra uno. La reacción de Espanyol no llegaba, y el Atlético metió la sexta marcha en busca de aumentar las diferencias en el marcador. Diego Costa volvió a intentarlo con una galopada imparable que acabó con un disparo arriba del travesaño.

El Espanyol multiplicó sus ofensivas según avanzaban los minutos, aunque la férrea defensa colchonera no daba grandes opciones a los atacantes catalanes. Courtois volvió a aparecer para despejar a córner un buen disparo David López. El contraataque se convirtió en el arma más peligrosa de los de Simeone. En uno de esos, Raúl García pudo hacer el segundo, sin embargo, su chut no encontró portería. Sería la última de un partido que acabó con la afición volcada con los nuestros. El orgullo y el coraje sacó una victoria vital para continuar luchando en lo más alto de la Liga BBVA.