Espectacular Atlético de Madrid en el Ernst Happel de Viena. El equipo rojiblanco ‘mató’ el partido en los primeros 20 minutos y remató la faena en el segundo tiempo. Diego Costa, en su estreno en la Champions, marcó dos goles y Raúl García hizo el primero. Gran partido de un equipo que funcionó como tal, de arriba abajo y sin dejar resquicio al conjunto vienés.

El Atlético de Madrid saltó al césped del Ernst Happel con las ideas claras y con el objetivo de ganar el tercer partido de la Fase de Grupos. El Austria de Viena tenía a su favor el estadio, con 50.000 aficionados entregados desde el principio pero que nada más empezar el partido vivieron un auténtico infierno rojiblanco.

El balón era del Atlético de Madrid, las ocasiones, también. Y los goles, fueron llegando pronto para dejar bien claro quién era el que iba a mandar en el partido. Tiago y Gabi eran dueños y señores del centro del campo, la defensa se mostraba inexpugnable y el tridente ofensivo hacía verdaderas travesuras enlazando con un Diego Costa sencillamente espectacular.

El primer aviso llegó pronto. A los tres minutos, Juanfran puso a prueba a Lindner, con un disparo desde la frontal que el meta desvió a córner. Era el aviso de lo que le iba a venir. En el minuto 7, jugada que inicia Filipe Luis, pasa a Diego Costa, éste hace pantalla y cede a Koke. El vallecano envía un pase en profundidad a Filipe, que entra como una flecha al interior del área y el pase del brasileño a Raúl García sirvió para que el navarro, a puerta vacía, inaugurara el marcador.

El Ernst Happel se quedó helado. Pero ahí no quedó la cosa, porque este Atlético quería más y el dominio iba a dar sus frutos un poco más tarde. Una jugada de lujo. Pase de Filipe Luis en largo hacia el centro del campo, Raúl García deja a Diego Costa, el hispano-brasileño se va por velocidad, regatea a Ortlechner y cruza ante la salida del meta local.

El partido estaba ya decantado para las huestes de Simeone. Koke, que realizó un gran primer tiempo, estuvo a punto de rubricarlo con un disparo que se marchó rozando el poste. El equipo estaba en un momento dulce, muy bien en defensa y controlando el partido y siendo letal en ataque.

Los austríacos tiraron de corazón para inquietar a Courtois y tuvieron su primera ocasión de gol, y única en el primer acto, en un disparo de Hosiner que sorprendió a todos con un zapatazo que se estrelló con violencia en el travesaño. Hasta el descanso, poco más porque el Atlético tenía el partido donde quería.

En la segunda mitad, Simeone dejó en el vestuario a Filipe Luis, que había sido un estilete por la banda izquierda, para dar entrada a Insua. El argentino participó en el tercer gol como lo había hecho Filipe en el primero y suyo fue el pase final a Diego Costa para que el hispano-brasileño anotara su segundo gol en su estreno en la Champions League. Segundo gol, tercero del equipo que servía para certificar un importante triunfo y redondear una grandísima actuación del equipo.

Y eso que el Austria había avisado en el 49, poco antes del 0-3, con un remate de Mader que salió rozando el travesaño. Fue un aviso. El segundo fue de Kienast con un disparo que atajó Courtois en el 54.

Poco más le dejó el Atlético a su rival. El partido estaba más cerca del 0-4 que de algún gol de los austríacos. Simeone decidió cambiar a Diego Costa para dar entrada a Cristian Rodríguez y jugar sin delantero centro nato y el equipo continuó en la misma línea. Partido bajo control y sin agobios de un equipo que volvió a ser la máquina bien engrasada que arrancó la temporada. Este triunfo, sumado al del Zenit en Do Dragao ante el Oporto por 0-1, hace que el liderato rojiblanco sea más firme con cinco puntos de ventaja a los rusos y seis con los lusos.