Atlético y Liverpool cambiaron sus onces con relación a las semifinales y se vio un partido trepidante, con un inicio con mayor posesión de balón de los ingleses pero, a medida que transcurrieron los minutos, el Atlético se fue haciendo con el dominio del partido. Así, paso a paso, el equipo de Simeone vio de cerca a Ward, de tal forma que una jugada que inició Keidi con pase atrás a Augusto y la apertura de éste a Vrsaljko abrió un hueco tremendo. El centro del croata lo remató Correa, desvió el meta al travesaño y Keidi, muy atento, aprovechó para marcar.

Con ese resultado se llegó al descanso y la segunda mitad mostró un Atlético muy serio y sin fisuras. El Liverpool lo intentó pero no encontraba con claridad la meta de Moyá. Tuvo que ser de penalti cuando Firmino hizo el gol del empate. Al final, pese a los intentos de unos y otros, el título se decidió en los penaltis. Moyá fue determinante al parar el segundo lanzamiento a Henderson. El Atlético inscribe su nombre en la Audi Cup, siendo el segundo equipo español que lo conquista, tras el Barcelona.