El fútbol es así. Si la derrota en la ida fue cruel, jugando en la vuelta con el mismo guión, se volvieron las tornas a favor. La fortuna que nos fue esquiva en la Ciudad Deportiva de Majadahonda llegó en Rusia, en forma del penalti detenido por Lola Gallardo en el único momento peligroso para las nuestras. En este partido, las de Sopuerta dieron una auténtica lección de fútbol al Zorky. Buen juego, ocasiones para todos los gustos y colores y golazos fueron lo que tuvieron que vivir los seguidores y equipo ruso en su propia casa.

El partido comenzó como había estado en la ida, con posesión rojiblanca, dominio y control y verticalidad, más que en Majadahonda. Así llegó el primer gol, obra de Esther, que ponía tensión y nervios en las rusas cuando sólo se habían cumplido 9 minutos. Sin embargo, desde ese momento hasta que llegó el segundo tanto hubo que lamentar ocasiones muy claras que se fueron al limbo, tanto en la primera como en la segunda mitad.

Las chicas de Miguel Ángel Sopuerta no cejaron en su empeño ni cuando llegó una jugada clave y determinante, el penalti de Rocío Gálvez a Slonova en el minuto 72. Pero ahí estaba Lola Gallardo para realizar la parada de la noche y mandar a sus compañeras a por la eliminatoria. Adivinó el lanzamiento de Skotnikova y lo paró. A partir de ahí, las nuestras vivieron aún más en zona rusa. Y los cambios fueron decisivos.

Bea Beltrán y Nagore metieron una marcha más al partido y fue Bea Beltrán, a los ocho minutos de estar en el terreno de juego la que ponía un 0-2 que se ajustaba más a la superioridad rojiblanca. Déborah García salió en el 85 y dos minutos después daba la puntilla al Zorky con el definitivo 0-3.

Enorme trabajo con recompensa de un Atlético de Madrid Féminas que trabajó lo indecible y recibió el premio de pasar a los octavos de final de la Women’s Champions League. El sueño europeo de las nuestras continúa.