Primera participación del Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa y primer título. El equipo, entonces dirigido por Quique Sánchez Flores, ganó su derecho a participar en este torneo que se disputaba en el estadio Louis II de Mónaco como inicio de la temporada tras conquistar la primera edición de la Europa League en Hamburgo, en la final disputada frente al Fulham inglés (2-1).

El partido fue rojiblanco desde el principio. Los nuestros tuvieron sus ocasiones pero el gol no llegaría hasta el minuto 68, cuando Reyes aprovechó un balón que conducía Agüero y que se quedó suelto en el área para ajustar su disparo y superar a Julio César. El Inter de Milán lo intentó pero vio cómo los nuestros tenían el partido bajo control y una gran jugada de Simao por la izquierda acabó con un centro del luso que embocó en la red Agüero en el área pequeña. Un gol que certificaba el triunfo rojiblanco.

Justo antes de acabar el partido, Diego Milito lanzó un penalti que atajó nuestro portero, De Gea, dejando el resultado final en 2-0 ante la algarabía de los aficionados rojiblancos que se dieron cita en el Principado de Mónaco.

Quique Sánchez Flores alineó en esa noche monegasca a: De Gea; Ujfalusi, Perea, Godín, Álvaro Domínguez; Simao (Camacho, 90’), Assunçao, Raúl García, Reyes (Fran Mérida, 69’); Agüero y Forlán (Jurado, 82’).