El 20 de mayo de 1973 nuestro equipo recibía al Deportivo de La Coruña con el campeonato liguero en juego. Los rojiblancos, dirigidos por el técnico austriaco Maximilian Merkel, necesitaban la victoria en la última jornada para alzarse con el título ante un Dépor que peleaba por la permanencia en Primera División.

En un Vicente Calderón hasta la bandera, Merkel apostó por el siguiente once: Pacheco, Iglesias, Quique, Melo, Alberto, Irureta, Luis Aragonés, Adelardo, Benegas, Gárate y Ufarte. 

El encuentro arrancó igualado y con opciones para ambas escuadras, quienes tenían la única opción de ganar para lograr sus objetivos. Sin embargo, a los 39 minutos se rompió la igualdad gracias a un tanto del mito rojiblanco Luis Aragonés, que aprovechó un buen servicio de Ufarte de falta desde el costado derecho para batir al guardameta visitante Seoane.

La segunda mitad resultó vibrante. En el primer minuto de la reanudación Pacheco detuvo un penalti lanzado por Prieto para mantener nuestra ventaja. A los 63 minutos Adelardo, tras un gran pase filtrado de Luis, colocó el segundo en el tanteador, preludio de la sentencia final de Gárate, conseguida en el 66 a pase de Irureta, para delirio del Vicente Calderón al completo. En el tramo final del partido Prieto recortó distancias en un luminoso que no volvería a moverse.

De esta forma, el Atleti consiguió su séptima Liga, segundo título conseguido en la prolífica década de los 70, gracias a unos números brillantes. Los de Merkel finalizaron el campeonato con 48 puntos, dos más que el Fútbol Club Barcelona, segundo clasificado, y con el mejor registro goleador gracias a los 49 goles conseguidos en las 34 jornadas disputadas. El sprint final del Atleti fue vital para conseguir el título, encadenando 12 jornadas consecutivas invicto, logrando nueve triunfos y tres empates para cosechar 21 de los últimos 24 puntos en disputa para finalizar el curso ocupando la primera plaza.