El Atlético de Madrid saltó al césped de la Ciudad Deportiva Dani Jarque con las ideas muy claras: presión constante, seguridad en defensa y rápidas transiciones para buscar la portería blanquiazul. El Espanyol se vio sorprendido y vio cómo las ocasiones se fueron sucediendo para las nuestras. Kenti fue la primera que puso en aprietos a Mimi con una internada por su banda hasta la línea de fondo con un centro que desvió la guardameta y que finalmente Helena despejaría a un metro de la línea de gol.

Un minuto después fue Sonia la que obligó a Mimi a realizar una buena parada. Esa segunda ocasión fue la antesala del gol. Y fue precisamente Sonia la que fabricó una jugada espectacular, marchándose hasta línea de fondo y, tras un centro medido, Esther alojó el esférico en la escuadra. Un gol que hacía justicia al dominio y al buen juego rojiblanco. Hasta el descanso, control y dominio de las chicas de Ángel Villacampa, sin apenas peligro por parte del Espanyol a la portería defendida por Paraluta.

El guión de la segunda mitad fue parecido al de la primera. El Espanyol dio entrada a Luana mientras que Priscila entró por Falcón en las nuestras. Y nuestra ‘11’ fue un auténtico estilete, que creo mucho peligro. Ya avisó con una buena combinación con Sonia y el disparo de la máxima goleadora de la Liga Iberdrola lo despejó como pudo Mimi. Pero lo que no pudo evitar fue el segundo tanto, obra de Priscila, tras una preciosa jugada con asistencia de Sonia.

Y lo que pudo ser un paseo militar se quedó en una victoria por la mínima. Primero, gracias a la excelente actuación de Mimi, que salvó al Espanyol hasta en cuatro ocasiones. Y, después, el gol blanquiazul en el 86 fue el que cerró un partido que sólo tuvo un color, el rojiblanco del líder.